jueves, 21 de junio de 2012

EL ESPEJO


¿Al mirarte en un espejo no has tenido la sensación de que la persona que había al otro lado no eras tú? Haz la siguiente prueba. Mira tu reflejo en un espejo cualquiera y piensa: Soy yo, soy yo…. ¿Estas convencido de ser quien tú crees que eres? Si sigues mirándote mucho rato y pensando en esto, tal vez no te guste lo que acabes viendo…

Javier y Conchi eran una pareja bastante joven, de edad más cercana a los 30 que a los 20. Vivían en una “ciudad dormitorio” cerca de Madrid. Después de años de ahorro y privaciones, por fin habían conseguido tener una vivienda propia, 80 m2 en un edificio de nueva construcción de una zona residencial alejada del centro.

Aquella noche habían salido a celebrar la adquisición de la vivienda con unos amigos, una pareja algo mayor que ellos, Joaquín y Lucía. Se conocían de toda la vida, de la época en la que se hicieron novios en su antiguo barrio. Joaquín había aparcado el coche cerca del portal de la nueva casa. Junto al coche, en unos contenedores de basura, alguien había dejado apoyado un espejo grande, algo antiguo pero en perfecto estado.

-Eh mirad lo que han dejado ahí, un espejo cojonudo. Ahora mismo me lo llevo para casa ¿Qué te parece cariño?- Dijo Javier muy contento por el hallazgo

-Pues la verdad no me gusta mucho, lo veo un poco rancio- Dijo Conchi a la que aquello de recoger cosas de los contenedores no le resultaba en absoluto atractivo.

-Rancio, rancio ¿Qué vale un espejo así? ¡Lo menos 200 pavos!- Dijo Javier arramblando con él.

En estas que Joaquín al que le había cambiado la cara observando lo que hacían sus amigos dijo:

 -Haz el favor de dejar eso donde te lo has encontrado ¿Cómo te vas a llevar un espejo de la calle? Tú no sabes que cosas ha podido reflejar. Por favor déjalo donde estaba ¡Hazme caso!-

-¡No me jodas Joaquín! ¿Que me estas diciendo? Que el espejo esta embrujado ¡Por favor! Estamos en el siglo XXI….- dijo Javier desoyendo los consejos de su amigo y enfilando hacia su portal.

Tras despedirse, Conchi hizo lo mismo. Camino de casa Javier se acordó de que se había olvidado en el coche las llaves. Dejo el espejo en una esquina a escasos 100 pasos del coche, total no había nadie por la calle. Llegó al vehículo, cogió las llaves y de vuelta cuando llegó a la esquina, para su sorpresa el espejo había desaparecido. Siguió camino de casa. En el fondo se sentía aliviado, ya que las palabras de su amigo habían hecho mella en su ánimo. Al llegar, vio que le estaba esperando Conchi y el espejo estaba apoyado en la pared junto al portal.

-Ah lo has traído tú, pensé que alguien se lo había llevado- Dijo Julio.

-Yo no lo he traído, he llegado y estaba aquí apoyado-

-¡Que raro! Eso es que alguien se lo iba a llevar y ha cambiado de idea. Bueno, nos ha ahorrado el trabajo de traerlo hasta aquí- Dijo Julio disimulando la desazón que le producía subirse el espejo a casa

En la casa de la pareja, el mobiliario era aún muy escaso. Una caja de cartón grueso hacía las funciones de mesita de la tele, una mesa y unas sillas de plástico y una cama que cumplía también la función de sofá frente a la televisión, era todo lo que tenían. Dejaron el espejo apoyado en la pared del salón más cercana a la puerta de entrada y se fueron a dormir. A la mañana siguiente  Javier se levantó el primero y vio su imagen reflejada en el espejo. Estaba medio dormido, pero por un momento tuvo la impresión de que la imagen del espejo era de otra persona que le observaba inquisitivamente. Se olvidó del asunto. Se aseó, tomó un bocado y se marchó a trabajar.

Pasaron los meses y la casa poco a poco se fue llenando de muebles. El viejo espejo fue colgado a la entrada del salón, justo enfrente de la habitación de la pareja. Javier encontró un trabajo bastante bien remunerado en una agencia de publicidad, un trabajo que como contrapartida era terriblemente absorbente y hacia que Javier llegara todos los días muy tarde, en muchos casos por que tenía que alternar con sus jefes o con clientes de la agencia.

Casi al mismo tiempo se confirmó el embarazo de Conchi, un embarazo buscado y deseado. A pesar de todo, Conchi lo estaba pasando mal, sentía una gran angustia. Tuvo que dejar su trabajo, que aunque no era una gran cosa, le proporcionaba un plus de autoestima al contribuir con su granito de arena al sostenimiento de la casa. A partir este hecho, ella siempre estaba sola, sola ante el televisor, sola en el barrio donde no conocía a nadie, sola ante el espejo que le devolvía una imagen desconocida de si misma, triste, fea y apática.

Con los problemas derivados del embarazo, las relaciones sexuales de la pareja comenzaron a resentirse. Javier al principio trató de sobrellevarlo con comprensión y volcándose un poco más si cabe en su trabajo. Normalmente llegaba cuando Conchi ya estaba durmiendo. Se desvestía en silencio y en la cocina se servía un gran vaso de güisqui para tratar de amodorrarse y  así poder dormir unas horas.

Una noche, cuando Javier ya estaba más introducido en su trabajo, uno de los socios de la agencia sacó un pequeño sobrecito e hizo unas finas rayas de coca sobre su cartera. Todos consumieron, Javier no se pudo negar. La agencia tenía un horario enloquecido. Si había trabajo daba igual el día de la semana que fuera, se trabajaba hasta que este salía y siempre había trabajo. Todos los de la agencia consumían coca en cualquier momento. Javier se acostumbró a aquella vida. Apenas veía a Conchi y cuando se veían mantenían fortísimas discursiones. Ella terminaba siempre llorando y el se marchaba a beber y a meterse rayas con sus amigotes del trabajo.

Finalmente tuvieron una niña. La infelicidad es algo contagioso y aquella criatura no era inmune al contagio. Siempre estaba llorando, lo que acabó de destrozar los nervios de Conchi. Javier apenas aparecía por casa. Se había liado con una compañera de trabajo. Con sus adicciones y su nueva amante, había dejado a cero las cuentas corrientes de la familia. Conchi y la niña apenas tenían para comer. Una tarde, Javier llegó a casa totalmente ido. Pretendía llevarse la televisión para venderla, a lo que Conchi se opuso. Forcejearon y él le pegó un par de puñetazos que dieron con ella en el suelo. Tranquilamente se fue a la cocina, cogió la botella de güisqui del armario y echó un trago largo a morro. Pudo oír como Conchi marcaba un número en el móvil.

-¿Es la policía? Quiero denunciar una agresión.-

Sin pensárselo dos veces, busco la caja de herramientas en la despensa y extrajo de ella un martillo. Se dirigió al comedor y ante la horrorizada mirada de su mujer, le descargó un martillazo en el graneo y luego otro y otro y otro…. Hasta que jadeando, se le cayó el martillo de la mano. Después echo un nuevo trago de la botella y se quedo quieto, observando absorto la masa sanguinolenta en la que se había convertido la cabeza de su mujer. El llanto de la niña le hizo volver a la realidad. Recogió el martillo y se dirigió hacia la habitacioncita. Pronto el llanto del bebé cesó.

Ya solo ante el espejo, Javier no reconocía al hombre que supuestamente era su reflejo. El tipo del espejo se reía con las ropas manchadas de sangre y masa encefálica, Pero Javier no se estaba riendo ¿Qué había hecho? Había matado a su chica ¡El amor de su vida! También a su pobre bebé indefenso. Javier no se estaba riendo, pero el tipo del espejo si, se estaba riendo de él, Se dio la vuelta pero seguía sintiendo clavada en su espalda la mirada burlona del hombre del espejo. Abrió una de las ventanas del salón y salto por ella. Los siete pisos de caída dejaron el cuerpo de Javier reventado en un escorzo imposible sobre la acera.

Los medios de comunicación se hicieron eco del trágico suceso. Los vecinos, con los que la pareja no se había cruzado más palabras que un “Hola y adiós” afirmaban que eran una pareja aparentemente feliz, muy simpática y amable con todo el mundo. Los familiares se quedaron con los muebles y enseres y el banco se quedó con el piso. Cuando mandaron a unos operarios para limpiar y pintar antes de ponerlo de nuevo a la venta, estos descolgaron un espejo antiguo pero en buen estado de la pared del salón y lo bajaron a la calle con los demás trastos que nadie había querido.

Esa misma noche una pareja nueva en el barrio, de regreso a su casa pasó por el contenedor.

-Mira lo que hay aquí, un espejo bien bueno. Me lo voy a llevar y así nos ahorramos comprar uno ¿Qué te parece?- Dijo el chico.

-Pse, no me gusta mucho. Lo veo triste, pero haz lo que quieras-

Luego la joven y feliz pareja se dirigió hacia su nuevo hogar….


Doctor Miriquituli.




sábado, 16 de junio de 2012

DAMNATIO MEMORIAE


Damnatio memoriae es una locución latina que significa literalmente 'condena de la memoria'. Era una práctica de la antigua Roma consistente en, como su propio nombre indica, condenar el recuerdo de un enemigo del Estado tras su muerte. Cuando el Senado Romano decretaba oficialmente la damnatio memoriae, se procedía a eliminar todo cuanto recordara al condenado: imágenes, monumentos, inscripciones, e incluso se llegaba a la prohibición de usar su nombre. (Fuente Wikipedia)

Seguramente, observando mi trayectoria vital que ya va siendo larga,  se me podría  aplicar este versillo que dice la letra de una canción de los Rodríguez “Me gustan los problemas, no encuentro otra explicación”

 He declarado en varias ocasiones mi republicanismo, desde el convencimiento que me da el haber leído un poco de historia contemporánea y mi análisis personal de  la situación actual. También en un post publicado hace poco he hablado de la apropiación de los símbolos que son de todos, por parte de gente que los instrumentaliza para colarte un pack en el que hay ideas que no compartes para nada. Parece que en la actual sociedad de la información es fácil evitar este “comulgar con ruedas de molino” y expresar en multitud de foros una opinión de matiz divergente a la de los administradores del símbolo en cuestión. Nada más alejado de la realidad.

Soy usuario habitual de Facebook, también de Twiter pero menos. Si son usuarios o conocen estas redes sociales, sabrán que existen infinidad de grupos donde gente variopinta, comparte ideas, aficiones o gustos. Uno según sus filias o fobias le da al “me gusta” y recibe en su muro las publicaciones del grupo que si quiere comparte o comenta.

Buscando un lugar donde compartir ideas sobre mi manera de entender una posible 3ª republica, me meto a través de de Facebook en la pagina “Republica Española” y le doy a “me gusta” En principio la cosa no pinta mal, una pagina con un diseño impecable (Claramente gestionada por profesionales) que “le gusta” a más de 80000 cuentas de Facebook (Que no personas). Diariamente voy recibiendo las actualizaciones de la página, pero en gran medida disiento del enfoque de los comentarios, abiertamente escorados hacia la izquierda. La izquierda española sin duda tiene más tradición republicana que la derecha, pero en los tiempos que corren y con el descontento generalizado hacia la gestión de nuestros mandatarios, hay mucha gente de ideología conservadora que no vería con malos ojos la sustitución de la monarquía constitucional por una republica también constitucional.

El tono general de las publicaciones de “Republica Española” es frentista y sectario. Yo, creo que con educación y razonando mis argumentos he criticado lo que no me parecía bien. Las cosas no son blancas o negras. Primero me he visto vituperado por otros que comentan lo que yo ponía llegando al insulto, en un tono intelectual en general muy bajo (Un tipejo me llamó “jilipollas” así con “j”) Harto de estas malas formas, publiqué en el muro de “Republica Española” el siguiente texto:

Estimados Sres. de Republica española: Veo en el tono general de los comentarios de las actualizaciones, que se insulta y se menosprecia a cualquiera que se aleje del pensamiento único que Vdes propugnan, un pensamiento de extrema izquierda. Republica Española es un nombre patrimonio de todos los españoles, sean del signo político que sean y todos tenemos derecho a opinar sin que se nos insulte. Me gustaría que los gestores de la página tuvieran esto en cuenta, para la consecución del fin que se persigue que no debe ser otro que un cambio en la jefatura del estado, luego vendrá lo que los ciudadanos decidan democráticamente.

Gracias por su atención.

Atentamente un republicano apolítico.

No me parece que este comentario pueda ofender a nadie, siempre se puede defender el pensamiento propio con argumentos que convencerán o no a los demás. Es lo que en política y en todos los ordenes de la vida se llama DE-MO-CRA-CIA y que estos señores no aplican en su foro. Después de comentar un rato con los administradores de la página y otros usuarios siempre en el mismo tono firme pero educado (No puedo transcribir mis comentarios por que “Republica Española” los ha eliminado todos) Los administradores dijeron lo siguiente:

Señor Ramón, el poder siempre lo han tenido los mismos: la iglesia, la banca, la aristocracia y grandes especuladores. Si continuas diciendo sandeces, vamos a terminar expulsándote de la página, porque estamos hasta los webs de provocadores y trolls infiltrados.

¡Coño! Ya se que no soy muy guapo, pero que me llamen “troll”….

Oficialmente no me han expulsado, pero no puedo comentar y han eliminado todos los comentarios que había hecho en sus publicaciones. No puedo decir que no me joda, pero pensándolo con frialdad es hasta bueno, ya que ese foro me tenía  “engorilao”  todo el día, batiéndome el cobre dialéctico con la panda esta de talibanes y descuidando este blog donde me centro en los asuntos que quiero y reflexiono serenamente sobre ellos.

Si salen a la calle pónganse crema para el sol y gorro, que ya pica.


Ramón Méndez Alonso.








martes, 12 de junio de 2012

LA CUEVA DE LA VIRGEN




Tengo 46 años, no pillo y no consigo mantener a raya los michelines. Nunca he sido un guayabito pero es que ahora parezco el primo deforme del jorobado de Notre Dame. De asuntos económicos, mejor no hablamos. En el compartimiento de los billetes de mi cartera, desde hace tiempo llevo una hoja de laurel, por que me han dicho que multiplica el dinero. Tengo que decir que funciona (0 billetes x hoja de laurel = 0) Las matemáticas nunca mienten.
 
Yo como muchos compatriotas de mi generación, empezamos a necesitar una garrota para seguir adelante. Una garrota anímica más que una garrota de palo. No hay nada peor que acostumbrarse a lo bueno y luego perderlo y no duden, si no lo han perdido ya, que vamos a perder una gran parte de lo ganado.

Somos tejido adiposo de una sociedad que cada día tiene menos músculo. El músculo social es la juventud, cada día más escasa y atontolinada por la televisión y el consumismo.

No se que cretino creyó que era bueno acabar con la selección natural y dar una oportunidad a cualquier ser humano por muy tirillas físico o moral que este fuese. Si al menos alguien hubiese inventado antes la droga perfecta, como ese soma del “Mundo Feliz” de Aldous Huxley (¡Mira! Ahí tienen tajo nuestros investigadores, en vez de de inventar coches que andan solos, curar el sida y otras chorradas que no interesan)
 
Por cierto ¿Cómo han visto a la selección? A mi me parece que le falta algo y no lo achaco a que Vicente del Bosque (Un tío cojonudo) no haya alineado un nueve. Para mí que les falta hambre (Como la que le sobra a esa fuerza de la naturaleza que se llama Rafa Nadal) ¡Yo que se! Habrá que concederles el beneficio de la duda, aunque el peinado de Sergio Ramos me causa mucho desasosiego.

Hace unas semanas me fui ha comprar un traje de neopreno a mi tienda de buceo de toda la vida (No conocí a nadie) El traje que tengo ya cumplió y además no hay cojones a cerrar la cremallera del mismo conmigo dentro (Vamos, que estoy hecho un lechón, quiero decir) Resulta que ya no se fabrican los tradicionales trajes de buceo de 2 piezas, ahora son unos monos semi-estancos con una cremallera detrás muy poco práctica para poder equiparse uno solo. No me resigno, voy a seguir buscando un traje que me permita continuar con mis cada vez más escasas actividades subacuáticas. Ahora se como debió de sentirse el buzo de casco y botas de plomo cuando descubrió que había sido sustituido por el hombre rana.

Siguiendo con este asunto del buceo, he oído que se quiere reactivar en la costa el turismo de sol y golf. Hay megaproyectos para urbanizar algunos de los pocos lugares vírgenes que van quedando en el litoral español. Uno en Mallorca, otro en Tarifa y uno que a mi me aterra especialmente, por que afecta al álbum de fotos de mis recuerdos, un gran proyecto urbanístico en el cabo Cope  de Águilas provincia de Murcia. Hace más de 20 años yo buceaba muy a menudo en aquellas aguas cristalinas. Salíamos desde Calabardina, una pedanía de Águilas al Sur del cabo Cope. Allí nos daba infraestructura para la practica de este deporte, Diego ¡Un tío grande! Pese a no medir más de 1,60. El diego era un hombre de origen muy humilde, familia de pescadores y que todo lo que había conseguido en la vida se lo había dado la mar. Este hombre no cuidaba el entorno, lo mimaba. Normalmente llevaba a bucear a un lugar hermoso como un jardín en mayo, la Cueva de la Virgen. Esta cueva submarina debía su nombre a una mocheta de hormigón con un mosaico que representaba a la Virgen María con el Niño Jesús y que años antes alguien había puesto en aquella oquedad.

Una semana en invierno, me pude escapar de la ciudad y estuve buceando con Diego a diario. No soy creyente, pero si alguna oración es capaz de llegar a Dios/Los Dioses y conmoverlos esa era la de Diego. Se ponía de rodillas ante la Virgen y con un estropajo limpiaba concienzudamente el bloque y los azulejos, que siempre lucían impecables, una cosa muy difícil ya que la mar no descansa nunca y cualquier superficie es colonizada por multitud de organismos en muy poco tiempo. Hace por lo menos 15 años que no veo a ese hombre y que no voy por aquel sitio. No se si él seguirá cuidando de la virgen de la cueva o alguien lo hace en su lugar. Tengo noticias de que los alrededores han sido urbanizados masivamente, pero cabo Cope permanece aún como en mis recuerdos.

Por favor, que alguien impida que se carguen lo poco que queda de la costa. El anterior destrozo que se hizo, ya ven para lo que ha servido y la arena blanca, la mar cristalina y una puesta de sol  desde cualquiera de estas últimas joyas de nuestro litoral que ahora se quieren poner en almoneda, son algo de lo que no podemos privar a las generaciones venideras por muy mal que estén las cosas.


Doctor Miriquituli.