martes, 29 de octubre de 2013

UN GIRO INESPERADO


Aquella mañana Pedro Pablo llegó tarde al trabajo, algo que no sucedía desde hacía años. Se dirigió a la sala acristalada, donde ya estaban reunidos los comerciales. Entró mascullando una excusa y ocupó el único sitio que quedaba libre. Tras la consabida charla “motivadora” de Fernández de los Ríos, la cual, básicamente consistía en recordarles “que no le resultaban rentables a la empresa” y “que como no cambiaran la tendencia negativa, estarían todos despedidos a final de mes”. El jefe de ventas dio por terminada la reunión, pero antes de que cada uno se marchase a su zona, Carlos Fernández de los Ríos ordenó a Miriam y a Oswaldo de Jesús al departamento de personal. Eso sólo podía significar una cosa…

 

Pedro Pablo se quedó remoloneando por la recepción de Transportes Butragueño, haciendo como que leía los papeles colgados en el tablón de anuncios. A los veinte minutos salieron. Oswaldo de Jesús hecho un mar de lágrimas, colgado del hombro de una Miriam cariacontecida, pero que a pesar de todo trataba de dar  ánimos al colombiano. El veterano comercial les llevó a desayunar. Tras unas enormes porras mojadas en café con leche, los dos cesantes parecieron recobrar un tanto los ánimos. Luego Pedro Pablo les dejó en la boca del metro, con el compromiso de que hablaría con Miriam tras la jornada laboral para ver en qué podía echarles un cable.

 

De camino a su zona, con el Audi sucio y algo destartalado tras el fin de semana, el comercial pasó por delante de Transportes Butragueño. En ese momento un BMW negro salió del parking sin respetar el stop y obligando a Pedro Pablo a pegar un brusco frenazo. Tras el bocinazo y los improperios de rigor, cayó en la cuenta de que el coche negro que aceleraba unos cuantos metros por delante, no era otro que el de Carlos Fernández de los Ríos. Dejó distancia y decidió seguir al jefe de ventas, sin saber muy bien a priori qué hacer ni qué decir cuando se encontrase frente a él.

 

El BMW se dirigió hacia las afueras del polígono. En una de las calles que dan al descampado el coche negro aminoró su marcha. Varias prostitutas en pelota picada exhibían sus marchitos encantos, ante un tráfico incesante de vehículos ocupados por hombres solos.

 

Carlos Fernández de los Ríos se paró junto a una morena con las tetas gordas, bajó la ventanilla y se puso a negociar el precio. Una vez que ambas partes quedaron de acuerdo, el jefe de ventas abrió la puerta y la tetona se sentó en el asiento del copiloto.

 

Pedro Pablo con su smart phone de última generación inmortalizaba la escena desde una gasolinera próxima. Luego en el wasap buscaba la dirección del jefe de ventas y le daba a enviar.

 

El comercial se dirigió a la dirección que le había dado Fernando en el vídeo de la víspera. Se trataba de una fábrica bastante grande. Aparcó y tal y como le había pedido su hijo en el mensaje, preguntó por el encargado. Un hombre joven, vestido con ropa de trabajo, el pelo largo y un par de llamativos aros en la oreja derecha salió a la recepción.

 

-Buenos días ¿En que puedo ayudarle caballero?-

 

-Buenos días. Parece que hoy hace todavía más calor que ayer…-

 

-Lo peor está aún por venir… ¿El señor Cogollo, supongo? Acompáñeme- Dijo el melenudo conspirador que no las tenía todas consigo viendo la pinta demasiado políticamente correcta del padre de Fernando.

 

En el almacén de Viuda de Corrochano e Hijos CB, rodeados de bidones con productos químicos, ambos hombres entraron en una pequeña oficina. El encargado de la fábrica, de nombre Manolo, sacó un sobre amarillo de esos que tienen plástico de burbujas por dentro y se lo entregó al comercial.

 

-Debe hacer llegar este sobre a la dirección que pone en la solapa lo antes posible, si puede ser hoy mismo-

 

Pedro Pablo conocía la dirección. Era un polígono cercano a su antigua vivienda a no más de quince minutos del lugar en el que se encontraba en ese momento.

 

-Voy a ir ahora mismo- dijo decidido a zanjar aquel peliagudo asunto cuanto antes. -¿Se puede saber qué contiene ese sobre?- Preguntó Pedro Pablo, aún con un cierto poso de duda ante las extrañas actividades de su hijo y lo rocambolesco de la situación.

 

-Cuanto menos sepa, mejor para usted y para todos. Sólo le puedo decir que es un disco duro, pero ignoro la información que contiene. Seguramente le han seguido hasta aquí. Nos jugamos la seguridad de mucha gente. Vaya en una furgoneta de reparto de las nuestras y deje aquí el coche-

 

Pedro Pablo obediente, hizo lo que Manolo le dijo y se dirigió a la dirección indicada. Allí un individuo que lucía unas pobladas patillas decimonónicas y un gorro de lana con bastante mierda pese a los treinta  y muchos grados de temperatura ambiente, se hizo cargo del sobre. En el camino de vuelta, le pareció ver por el espejo retrovisor, un Peugeot de color oscuro como el que llevaba tantos días vigilando su calle. Aceleró un poco y cuando llegó a la fábrica de Viuda de Corrochano e Hijos, lo hizo solo, sin ningún coche sospechoso a la vista.

 

Pedro Pablo había puesto en silencio el móvil, porque no quería que nadie le molestara mientras cumplía con el encargo de su hijo. Al volver a activar el sonido vio en la pantalla una decena de llamadas perdidas de Carlos Fernández de los Ríos y un mensaje en el que le citaba para hablar “sobre lo ocurrido” junto al monumento del Sagrado Corazón del Cerro de los Ángeles, sobre las dos de la tarde.

 

Tras unas cuantas gestiones con pocos resultados tangibles, Pedro Pablo se dirigió al lugar de su cita con el jefe de ventas, pasándose antes por un área de servicio para dejar el coche como a él le gustaba llevarlo ¡Absolutamente impecable! Al guardar la bayeta y la cera abrillantadora en el maletero, el comercial vio la caja de puros King Eduard que contenía a “Margarita”, la pistola de su padre, de la que se había olvidado completamente. Sin pensárselo dos veces, cogió el arma y se la metió en la parte de detrás del pantalón de manera que la americana la tapase.

 

Pese a estar rodeado por varias autopistas, líneas de tren de alta velocidad, polígonos industriales y urbanizaciones, este cerro testigo en el que tradicionalmente se sitúa el centro geográfico de la Península Ibérica, es un remanso de paz. Pedro Pablo comenzó el ascenso entre los pinos. Era un sitio en el que con frecuencia paraba a medio día a comerse la fiambrera y a estirar las piernas antes de seguir con las visitas de la tarde.

 

En la cumbre del cerro hay un monasterio y una estatua de Jesucristo sobre un alto pedestal. A los pies de la estatua nueva, hay una estatua antigua que las tropas republicanas que defendían Madrid se dedicaron a fusilar durante la guerra. Cada vez que veía esa estatua, Pedro Pablo pensaba “Cómo no iban a perder la guerra haciendo esas gilipolleces…”

 

Junto a la estatua tiroteada estaba aparcado el BMW del jefe de ventas. Pedro Pablo aparcó unos metros más allá y se bajó del coche abrochándose la chaqueta. Carlos Fernández de los Ríos también bajó. Llevaba unas gafas de sol de un tamaño desmesuradamente grande. Aquellas gafas acompañadas de un casco y una máscara de oxígeno, perfectamente podían formar parte del equipo de un piloto militar de F-18. El jefe de ventas iba fumándose un pitillo y lo primero que hizo fue echarle el humo directamente a la cara a Pedro Pablo.

 

-¿De qué vas Cogollo? ¿Qué pasa que ahora te dedicas a seguirme?-

 

-No Carlitos, yo me dedico a trabajar, como he hecho siempre… Me importa un pepino lo que hagas o dejes de hacer, pero no estoy dispuesto a tragar con la injusticia que has cometido con Miriam y con Oswaldo. Los dos son muy trabajadores y total… la empresa les paga una mierda. Si tienes algo contra mí ahora es el momento de hacérmelo saber.-

 

Tras volverle a echar el humo del cigarrillo, el jefe de ventas habló así:

 

-Así que estás interesado en la putita de la Miriam… ¿O la putita en la que estás interesado es el sudaca? Va a ser eso… ¡Tan modosito siempre! Yo creo que eres un poquito julandrón. Pues que sepas que cualquiera de los dos me hubiera comido la polla con tan solo haber chasqueado los dedos… Es más, igual los readmito y les doy por culo a cambio ¿Qué te parece viejo?-

 

A Pedro Pablo, un hombre habitualmente de buen carácter, le resultaba absolutamente intolerable aquel menoscabo hacia personas a las que quería y apreciaba. Hablando con lentitud, casi arrastrando las palabras, el comercial respondió a las provocadoras palabras del jefe de ventas

 

-Mira, tarado hijo de puta, te voy a decir lo que vamos a hacer: Hoy mismo vas a readmitir a los dos. Di que te has equivocado o lo que te salga de los cojones, pero mañana quiero ver en el departamento a Oswaldo y a Miriam a primera hora de la mañana. ¿Lo has entendido?-

 

-¿O si no qué….?- Dijo Fernández de los Ríos con una sonrisa socarrona.

 

Antes de que pudiera ni siquiera pestañear, Pedro Pablo le arrimó tal hostia con la mano abierta en toda la cara, que las gafas de sol y el pitillo del jefe de ventas salieron volando por los aires.

 

Tras los primeros instantes de estupor, Fernández de los Ríos se rehizo. Iba a machacar a aquel viejo, que además de doblarle la edad aparentemente no tenía media hostia. El jefe de ventas estaba completamente seguro de poder con el comercial, no en vano pasaba largas horas haciendo dolorosos ejercicios en los aparatos del gimnasio para lucir percha y musculatura. Con esta idea fija en su mente, se abalanzó sobre Pedro Pablo, pero éste dio un rápido paso atrás, sacó a “Margarita” del cinto  y le puso el cañón debajo de la nariz.

 

-No muevas un músculo o te vas a tener que sujetar con esparadrapo las gafas horteras esas que gastas-

 

Fernández de los Ríos temblaba de pies a cabeza. Tras unos instantes en esa postura, el comercial bajo el arma y se la volvió a guardar. En el fondo aquel mequetrefe le daba un poco de pena.

 

-Esta conversación no ha tenido lugar. Cuando llegues a la oficina dices que ha sido un error tuyo, que sí que estaban cumpliendo objetivos y los readmites ¿Lo has entendido?-

 

-Sí sí ahora mismo… pero por favor ¡No me hagas nada!-

 

Finalmente Pedro Pablo se quedó solo en la cima del cerro. Cogió la caja de puros y metió la pistola dentro. No creía que Fernández de los Ríos fuese a decir nada de la conversación que había tenido lugar, además no había testigos de la misma, pero lo mejor que podía hacer era deshacerse de Margarita y tratar de volver a su vida anterior una vez que se resolvieran los problemas de su hijo. Anduvo un rato por el pinar para aclarar sus ideas, finalmente escondió la caja con la pistola en el tocón hueco de un pino cortado y se alejó en dirección al coche.

 

Pese a que la mayoría de empresas hacían horario de verano, el comercial consiguió aquella tarde cerrar un par de operaciones pequeñas tras las que llevaba bastante tiempo. Pedro Pablo estaba en el coche organizando el papeleo, cuando sonó un mensaje en su móvil. Era de Miriam.

 

Hola Pedro Pablo, Oswaldo y yo hemos encontrado trabajo. Te invito esta noche a cenar para celebrarlo.

 

Inmediatamente llamó a Miriam pensando que el trabajo que habían encontrado era el que hasta aquella mañana tenían Oswaldo y ella en Transportes Butragueño, pero la bella comercial le informó de que en realidad era como comerciales en reuniones tupper sex para Fresa y Menta Distribuciones, la empresa de Melchor Cerrudo. El jefe de ventas les había llamado a primera hora de la tarde pero como ya le habían dicho que sí a Cerrudo y las condiciones eran mejores, habían rechazado la oferta de readmisión. Pedro Pablo sintió una punzada de pena, pero su corazón generoso se alegró de que hubiera conseguido un trabajo mejor aunque fuera lejos de él.

 

Al final la cosa quedaba en que a las nueve Pedro Pablo y Miriam quedaban para una cena ellos dos solos en casa de Miriam. Después de un día difícil parecía que por fin las cosas comenzaban a arreglarse. Pedro Pablo se fue a casa más contento que unas castañuelas.

 

Para variar, aquella tarde encontró sitio en su barrio a la primera, justo un par de plazas por detrás del Peugeot de color oscuro de los hombres del inspector Cantero.

 

Ya en casa, Pedro se afeitó la poblada barba que comenzaba a oscurecer su rostro, una herencia sin duda de su antepasado Jaime el Barbudo, el legendario bandolero. Se duchó y se aplicó en sus partes pudendas un producto a base de feromonas masculinas de ocelote que había comprado por Internet a Fresa y Menta distribuciones. Tras constatar que la entrepierna le olía a gato muerto, se duchó de nuevo, esta vez con jabón Lagarto. Especial atención prestó a su higiene bucal. Tras el cepillado, se paso la seda concienzudamente por los espacios interdentales. Es bien sabido que la lengua es un órgano habitualmente plagadito de bacterias y otros microorganismos indeseables y esa noche Pedro Pablo la pensaba utilizar de lo lindo, por lo que se la cepilló con Perborato Dental del Doctor Jiménez. Remató la faena con unas gárgaras de colutorio y unas gotas de su fragancia favorita, Eau de Gorilé, un toque floral pero muy masculino.

 

Vestido con ropas frescas de lino, el comercial se dirigió al encuentro de su amada. Miriam había estado cocinando toda la tarde. Un pollo con ciruelas pasas, aromatizado con especias y un chorro de brandy, se asaba en el horno llenando el piso con su delicioso aroma. La comercial llevaba un corto vestido de tirantes y debajo del mismo sólo unas delicadas braguitas de encaje como pudo apreciar Pedro Pablo, que andaba más caliente que el pollo del horno.

 

La opípara cena dio paso a la conversación íntima con una copa de vino en la mano.

 

-¿Por qué te fuiste el otro día? Lo pasamos fenomenal por los bares de las Vistillas ¿Es que no estabas cómodo?-

 

-La verdad es que pensé que entre tú y Alfredo había algo y sinceramente viéndole a él y viéndome a mí…-

 

-Alfredo solamente es un amigo. Sí es verdad, está muy bueno, pero tú eres un hombre tremendamente varonil… con esos pelos entrecanos que te nacen en la espalda algo encorvada, esa barriguita prominente o ese principio de alopecia que me vuelve loca. No debería seguir pegándole al morapio o voy a acabar perdiendo los papeles como el otro día…- Dijo Miriam acercando su rostro al de Pedro Pablo, mientras en el equipo de música sonaba el tema central de la película Oficial y Caballero “Up where we belong”

 

Quién sabe lo que trae el mañana

En un mundo en el que pocos corazones sobreviven.

Todo lo que sé, es cómo me siento

Sé que es real y rezo una oración…

 

Ambos agentes comerciales se fundieron en un húmedo beso, primero en el sofá y luego en todas las superficies tanto horizontales como verticales que fueron encontrando camino del antaño mancillado lecho conyugal de Miriam y que aquella noche se transformaba en la nave que conducía sus cuerpos sudorosos a una tierra prometida de vida y de dicha.

 

Con los testículos vacíos y el riego sanguíneo bombeado desde un corazón al que le habían nacido alas volviendo a circular por el cerebro, Pedro Pablo que curraba al día siguiente y no tenía allí ninguna de las cosas imprescindibles para un correcto descanso como: Su antifaz, su pijama de hilo o su almohada de látex natural, se despidió de una Miriam algo desilusionada con un beso cariñoso y la promesa de que al día siguiente los primeros rayos del Astro Rey les iluminarían juntos en el lecho.

 

Pedro Pablo caminaba por las calles vacías en dirección al coche. Si se espabilaba todavía dormía unas buenas cuatro horitas, luego una siestecita en el Audi a medio día… suficiente para al día siguiente volver a darlo todo en sus obligaciones, tanto laborales como en las sexuales recientemente adquiridas.

 

Abrió la puerta del coche. Puso las llaves en el contacto y cuando se iba a abrochar el cinturón, sintió cómo unas fuertes manos aferraban su cabeza contra el asiento. Luego un pinchazo en el cuello y unos instantes después, el negro vacío de la inconsciencia.

 

Despertó con un regusto amargo en la boca. Aunque estaba oscuro, el lugar donde se encontraba tenía algo que le resultaba vagamente familiar. Extendió la mano hasta donde intuía que había un interruptor de la luz y lo pulsó. Aún estaba bajo los efectos de algún fuerte narcótico y sus ojos no se habían acostumbrado a la luz. Poco a poco se fue ubicando. Estaba en el dormitorio principal del chalet que hasta su separación había compartido con Úrsula. Estaba sentado en la cama y con la pistola de su padre sobre el regazo. Miró el arma sin comprender muy bien cómo ambos habían llegado hasta allí. Luego se incorporó y dio unos pasos tambaleantes hacia la puerta. En su camino tropezó con un objeto redondeado que rodó un trecho. Cuando Pedro Pablo bajó su vista para ver con qué se había tropezado, observó horrorizado el rostro bovino de su ex que le miraba sin expresión ¡Alguien había separado la cabeza del cuerpo de Ursulita, el cual yacía unos metros más allá en un gran charco de sangre!

 

Ahora sí que estaba metido en un lío de verdad. Alguien le había tendido una trampa… y no iba a tardar en venir a cobrar su presa. Respiró hondo y trato de aclarar su mente. Tenía la ropa toda manchada de sangre. Buscó en el armario y encontró un chándal del Real Madrid sin estrenar que le había regalado Úrsula poco antes de su separación. Se quitó las ropas manchadas y se lo puso. No le quedaba bien con los zapatos, pero ese era ahora el menor de sus problemas. Cogió la pistola y se encaminó escaleras abajo.

 

En la planta baja del chalet lo que vio confirmó todos sus temores. Florin y Dimitri estaban muertos cada uno con un tiro en la cabeza y Denisa… ¡Lo de Denisa superaba cualquier aberración que Pedro Pablo hubiera imaginado para la asistenta! Estaba tumbada sobre la mesa de la cocina. Restos de sangre y masa encefálica chorreaban por el televisor, el cual estaba emitiendo imágenes de gente tonificada muscularmente usando un novedoso aparato para hacer abdominales, que se podía adquirir por tan solo 69 € más gastos de envío. Denisa tenía los ojos abiertos como platos. Junto a su mano un pitillo se había consumido sobre la mesa, dejando un cerco de quemado y nicotina. Su asesino le había bajado los pantalones y le había introducido por el ano un botellín de Mahou. Pedro Pablo sobrecogido, deseó fervientemente a pesar de las diferencias que había tenido en vida con la difunta, que la violación anal se hubiera producido post mortem para que la asistenta rumana se hubiera ahorrado toda esa humillación y sufrimiento antes de dejar este mundo.

 

El ruido de una sirena de policía se iba haciendo cada vez más cercano. La trampa se cerraba sobe el comercial. Pedro Pablo abrió la puerta de la cocina que daba al patio trasero del chalet. Solamente le separaba el chalet del vecino de la inmensidad oscura del campo hasta las lejanas luces de la ciudad.

 

Pedro Pablo saltó la valla de su antiguo chalet. Ya en el patio del vecino, cuando se disponía a dar el salto hacia el descampado, oyó un gruñido a su espalda. Al volverse vio un perro pequeño, de esos que parecen un zorrito, un perrito como el que lleva Paris Hilton en el bolso. El comercial, aliviado por el diminuto tamaño del perro, siguió a lo suyo ignorando al can que cada vez gruñía más cabreado. Ya estaba a punto de brincar cuando sintió un dolor agudo en la pantorrilla. El jodío chucho le estaba mordiendo la pierna. Le sacudió una patada, pero volvió a arremeter contra él aún más enfurecido si cabe. Lo que tenía de pequeño lo tenía de cabrón. Las sirenas de la policía sonaban cada vez más cerca y una luz se encendió en la segunda planta del chalet. La situación se volvía desesperada por momentos. Pedro Pablo tuvo que optar por una solución extrema. Sacó la pistola y apuntó con ella al perrito. Una llamarada salió por la bocacha del arma. El impacto levantó una nube de tierra junto a la agresiva mascota la cual retrocedió unos pasos atrás. Luego, tras un instante de incertidumbre en el que el comercial siguió encañonándole con el arma, el perrito salió corriendo como una exhalación hacia su caseta, donde se metió y no volvió a salir. Justo cuando un coche patrulla llegaba a la puerta de su antiguo chalet, Pedro Pablo saltó la valla y se perdió en la noche del extrarradio. 
 
 
Dr Miriquituli.
 
 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 23 de octubre de 2013

12 DE OCTUBRE DÍA DE LA HISPANIDAD-DÍA DEL RENCOR


Hace ya unos añitos, cuando me casé, mi mujer y yo decidimos irnos de viaje de novios a México, concretamente a Cancún en la península del Yucatán, un sitio precioso que les recomiendo fervientemente. Buscando información sobre el destino que habíamos elegido, fui a la oficina de turismo que el país azteca tiene en Madrid. Me dieron varios folletos entre los que había uno con información general. Cito de memoria una frase que me llamó poderosamente la atención del susodicho folleto “México es un país, actualmente en vías de desarrollo. Las causas de nuestro atraso histórico son consecuencia de haber sido colonizados en el siglo XVI por España, la nación más atrasada de Europa, cuyos colonos destruyeron las ricas civilizaciones indígenas que entonces existían”  Esto así… ¡A calzón quitao! EN LA OFICINA  DE TURISMO DE MÉXICO DE MADRID.

 

En general tengo que decir que durante el viaje no me sentí incomodo ¡Faltaría más! Después de la pasta que me costó. Pero con todo el que hablé, la idea que subyacía sobre España “la madre patria” (Como la llamaban cuando querían sacarte algo, o sea casi siempre) es que los conquistadores habían venido a “llevarse la plata y a cogerse a las indias”

 

Los conquistadores españoles, como todos los conquistadores que en la historia han sido, conquistaron una tierra para quedarse con lo que les salió de los cojones, pero no fueron ni más malos ni más buenos que los anteriores ni que los que les precedieron. El genocidio de ciertos pueblos indígenas a causa principalmente de enfermedades venidas del viejo mundo y en menor medida por el trabajo en condiciones de esclavitud que los primeros colonos impusieron a los indios, es una realidad innegable, pero de ahí a ser los exclusivos culpables de los males que actualmente aquejan a América Latina…

 

El ser humano como especie es intrínsecamente malo, aquí y allá. Por eso hablar de una superioridad moral de unos pueblos o unas civilizaciones sobre otras es una falacia.

 

La Península Ibérica fue conquistada y colonizada desde la antigüedad y a nadie se le ocurre tratar a los cartagineses, los romanos o los árabes de asesinos  genocidas, cuando en muchos casos también lo fueron. A Octavio Augusto se le recuerda por haber dado su nombre a un mes del calendario y a Marco Agripa, su lugarteniente, por el bello panteón que en Roma lleva su nombre. A ninguno de los dos se les recuerda por haber masacrado a los cántabros y los astures, sometiendo después a la esclavitud a los pocos que sobrevivieron a la matanza. Pero que quieren que les diga… Spain is diferent. Nuestros peores enemigos siempre hemos sido nosotros mismos. Siguiendo con el Imperio Romano, cuando Roma finalmente se puso a la faena de conquistar Numancia, el símbolo de la resistencia hispana al imperialismo romano, rodeó la ciudad con cincuenta mil hombres de los cuales sólo cinco mil eran romanos. Adivina adivinanza ¿De donde eran los otros cuarenta y cinco mil? Pues si acertaron, eran hispanos. Roma no era la principal potencia militar de su época, lo era de largo la Península Ibérica. Éramos la primera potencia mundial en joder al prójimo, pero como casi siempre equivocábamos los objetivos, cosa que los inteligentes romanos supieron aprovechar para con tropas hispanas hacerse con un enorme imperio colonial.

 

Para entender el porque de la expansión hispano-portuguesa de los siglos XV y XVI hay que conocer los antecedentes: La reconquista cristiana dio lugar al nacimiento de estados militarizados que al agotar sus objetivos peninsulares, buscaron nuevas tierras que conquistar en el exterior. La propiedad de la tierra estaba en manos de unos pocos y los privilegios de asociaciones como la Mesta castellana, a la que se concedieron derechos de pasto preferentes sobre numerosas tierras cultivables, dejaban nutridos contingentes de campesinos sin tierra dispuestos a emigrar en busca de unas mejores condiciones de vida. A la postre, la emigración de  todas estas personas y la consiguiente despoblación de amplias zonas, sobre todo de las dos mesetas, fue una pesada losa para el desarrollo económico de España en los siglos posteriores.

 

En Centro América y América del Sur, el componente étnico predominante es el mestizo. Los que reniegan de su pasado español simplemente están renegando de los que, malos o buenos fueron una parte de sus antepasados. Menos coherente aún es la postura de algunos sudamericanos de los países del Cono Sur, descendientes casi exclusivamente de europeos y que hablan pestes de sus antepasados hispanos. Los mismos descendientes de aquellos criollos que en el siglo XIX, bastantes años después de su independencia, se pasaron por la piedra a los últimos indios que les quedaban, en un movimiento colonizador equiparable y contemporáneo al exterminio de los indios norteamericanos por los Estados Unidos tras su guerra civil.

 

La colonización de América Latina se hizo con los recursos del reino Castilla, el más poblado y rico de entonces. Ese “castellanocentrismo” es uno de los motivos por los que una parte de los españoles actuales no consideran el descubrimiento como una empresa común. A este rechazo “territorial”, en los últimos tiempos hay que sumar un rechazo ideológico por parte de un sector de la izquierda al que todo lo que le suene al viejo slogan franquista de “Una Grande y Libre” le produce salpullido. Es verdad que el nacionalismo español más rancio, incorporaba o incorpora, el imperio español como concepto central de su ideario, pero su imperio es un imperio en blanco y negro, un imperio de cartón piedra que nunca analizó causas y consecuencias y que tan solo pone el foco en las gestas, contando la historia, como si de un cómic color sepia del Guerrero del Antifaz se tratase. Lo que no tiene en cuenta esa izquierda exquisita que se la coge con papel de fumar, es el mutuo enriquecimiento que la unión de dos civilizaciones milenarias supuso, tanto para España como para Latinoamérica. Somos lo que somos aunque algunos traten de repudiar el pasado, tomando en consideración solamente los hechos negativos del mismo.  

 

Por último, uno de los motivos claves del desencuentro, fue la desastrosa descolonización del Nuevo Mundo. Es difícil hacer algo tan mal. Tras la invasión napoleónica, a uno de los peores reyes de España le sucedió Fernando VII, un rey peor aún que su padre. Las Cortes de Cádiz durante el asedio de la ciudad se hicieron eco de lo que hombres juiciosos como los marinos Malaspina y José de Bustamante habían visto de primera mano en su célebre viaje científico y que no era otra cosa que el profundo descontento hacia las autoridades coloniales expresado por los criollos, una clase en auge que una vez tras otra se veía excluida de los cargos principales del gobierno colonial por las autoridades de la metrópoli. La Constitución de Cádiz de 1812, la que nada más llegar Fernando VII al trono derogó, otorgaba a las colonias una amplísima autonomía que hubiese desembocado en una independencia de todas las colonias de la Sudamérica española en conjunto. Esto hubiera sido mucho menos traumático y quizás, sólo quizás, las colonias desde México a la Tierra del Fuego hubieran permanecido unidas en unos Estados Unidos de Sudamérica capaces de hacer frente a la rapacidad de ingleses y franceses primero y de los norteamericanos más tarde.

 

No sirve de nada lamentarse de lo que pudo ser y no fue. Hemos de mirar al futuro con optimismo. Lentamente los países de la América Hispana van alcanzando cada vez mayores cotas de desarrollo y prosperidad. Muy pronto si no lo es ya, Estados Unidos será el mayor país hispano del mundo. La minoría más numerosa en el país más poderoso del mundo es la hispana, con una influencia aún pequeña pero que va en aumento. Es posible que lo que en el pasado no consiguieron las guerras y la política, en el presente llegue a conseguirlo la demografía.

 

En cuanto a España… deberíamos de saber en que sitio estamos. Probablemente ha llegado el momento de que las antiguas colonias sean ahora la metrópoli. Pero sobre todo, para que no nos pase como les ocurrió en el pasado a los sudamericanos, DEBEMOS DE PERMANECER UNIDOS, de la manera que sea, al precio que sea u otros vendrán de fuera (Ya lo están haciendo ante la impasibilidad de unos gobernantes corruptos y cómplices)  y se llevaran todo lo que de valor nos quede, sumiéndonos en la pobreza.



Dr Miriquituli.

 

domingo, 6 de octubre de 2013

QUIEN ES QUIEN


Llevo menos de tres años opinando en este blog y en las llamadas redes sociales. Tengo cuentas, tanto en Facebook como en Twitter, las cuales considero un magnífico vehículo para la comunicación tanto con viejas amistades y con personas que comparten o difieren de mis puntos de vista sobre temas variados: deportes, política, sociedad, ecología, etc.

 

En mi candidez de principiante, al principio le daba al “me gusta” a paginas, sin indagar demasiado en los contenidos de las mismas. Parece que algunos gestores de dichas páginas, consideran los “me gusta” de los usuarios de redes sociales, vinculantes a las opiniones vertidas en dichas páginas sin aceptar críticas que se desvíen ni un milímetro de los “dogmas de fe” que allí se postulan.

 

Ya es largo mi desencuentro con la página de Facebook “República Española”. Tras publicar en su muro unos comentarios críticos con la línea de opinión de la misma, recibí varias respuestas de “usuarios”, los cuales me ponían verde y me trataban de “troll y de facha”. Finalmente, la página Republica Española, elimino todos mis comentarios y me bloqueó. Tengo que decir que aquello me sentó como a la zorra los perdigones. No me entraba en la cabeza, que alguien que se llama “Republica Española”, a mí que soy español y que desde mucho antes de esta tendencia relativamente nueva, a cuestionar la legitimidad de la monarquía española, ya me consideraba republicano, alguien pudiera bloquear mis opiniones al respecto.

 

Haciendo caso omiso de la lógica y de los consejos de personas cercanas que recomendaban pasar del tema, abrí nuevas cuentas en Facebook y seguí opinando en dicha página. Lo siento mucho, pero esto es algo personal. No estoy dispuesto a que ningún sinvergüenza, se apropie de lo que es patrimonio de todos para utilizarlo en su propio provecho, por eso escribo estas líneas en las que voy a dar algunas claves, que tal vez, para el lector que se intenta crear una opinión por si mismo leyendo, en lugar de ser un consumidor de opiniones enlatadas, arroje algo de luz sobre QUIEN ES QUIEN en todo este asunto del republicanismo español.

 

En su día ya publique varias entradas sobre este tema para el que quiera leerlas aquí os dejo los enlaces:

 


 


 


 

Según me enteré hace tiempo, por una disputa entre diferentes grupos republicanos, en concreto: República Española y Frente Popular Republicano (Existen otros muchos grupos que se disputan entre si la “legitimidad republicana”, es algo parecido a lo de la descojonante película de Monty Python “La vida de Brian” en la que varios grupos disidentes, se disputan el liderazgo en la lucha contra los romanos, Frente Judaico Popular, Frente del Pueblo Judaico, Frente Popular de Judea, etc) los gestores de Frente Popular Republicano, denominaban a la página Republica Española como “la página de Luis Egea”

 

Arañando un poco en Internet, he conocido algunas cosas sobre el tal Luis Egea. Se trata de un político que milita en las filas del PSOE de Miranda de Ebro (Milita o militaba, porque su deriva hacia la extrema izquierda, parece que en la actualidad le sitúa más cercano ideológicamente a IU que al PSOE) En la candidatura del PSOE a las municipales de Miranda, figuraba en el puesto número trece, lo cual ha supuesto que no ocupe plaza de concejal (Solamente hay nueve concejales del PSOE, el cual gobierna en el municipio burgalés en coalición con IU)

 

La mayoría de las entradas de Internet que se refieren a Luis Miguel Ejea Álvarez, lo hacen como presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Miranda de Ebro, una de las muchas organizaciones que surgieron tras la promulgación de la Ley de Memoria Histórica en el año 2006.

 

La Ley de Memoria Histórica nació envuelta en la polémica desde el principio. Para el PP reabría viejas heridas y no era otra cosa que una cortina de humo, que lanzaba el gobierno Zapatero, incapaz de dar respuestas a los problemas económicos de España. Para IU, ERC y otros, se quedaba corta, además no recogía una auténtica condena a los responsables de los crímenes cometidos durante la Guerra Civil y los cuarenta años de dictadura franquista.

 

En un principio, la ley contemplaba subvenciones a la exhumación e identificación científica de cuerpos de represaliados. Algunas estimaciones hablan de cientos de miles de víctimas ejecutadas y enterradas junto a las cunetas. No voy a entrar en una guerra de cifras, aunque me recuerdo los comentarios en la pagina del “compañero Egea” de un individuo que afirmaba sin que nadie le desmintiera, que Franco era junto con Pol Pot, el líder de los Jemeres Rojos de Camboya, al que se atribuyen un par de millones de muertes en un país de 6,5 millones, “el mayor genocida de todos los tiempos”. Me vienen a la memoria algunos asesinos en masa y entre ellos, en lo más alto del ranking algunos de “izquierdas”. En fin, un asesino es un asesino, ya mate a una persona como a 20 millones y Francisco Franco, lo era sin ninguna duda.

 

El caso es que a partir del 2008 se destinaron fondos  para “otras actividades” relacionadas con la Memoria Histórica como: Conferencias, exposiciones, documentales o monumentos en recuerdo de los represaliados. He encontrado información en la red, sobre el dinero destinado a estos fines en 2009, mas de 3.800.000 € en subvenciones, de los que al parecer en torno a un 28% se destinó a las exhumaciones y el resto a “otras actividades”

 

Sin buscar demasiado, he podido constatar algunas subvenciones concedidas entre 2008 y 2010 a la asociación de Luis Egea:

 

21000 €  el 20/12/2009.

45000 € también en 2009 entre varias asociaciones de las provincias de León, Burgos y Segovia.

21000 € en 2010.

 

Mención aparte merece la inauguración de un monumento en Miranda de Ebro en memoria de las victimas, un truñaco de dimensiones mamotréticas que al parecer costó unos 45000 pavos del ala. Os dejo una foto para que juzguéis por vosotros mismos

 

 

 
 
 
No es la intención de este bloguero hacer “periodismo de investigación” Ya existen medios de comunicación “serios” que tienen el tiempo y los recursos para dedicarse a esto. Solamente me gustaría señalar, que por las manos de esta asociación y de otras muchas, entre las que se encuentran partidos políticos y sindicatos, ha pasado una cantidad de pasta, para nada desdeñable, destinada en un principio a recuperar e identificar cadáveres de la represión franquista, con unos resultados francamente pobres.

 

Resumiendo, que tengo una más que fundada impresión, de que Luisito Ejea, el mismo que me bloquea en su página Republica Española, es uno más de los muchos que en este país, vive arrimando su sardina al ascua de la política. El típico “representante del pueblo” que no ha hecho otra cosa en su vida que pertenecer a un gran partido y no pegar un palo al agua. Es más, estoy seguro de que la pagina Republica Española y el equipo de community managers que la gestionan, junto al mencionado Luis Egea, lo estoy pagando del dinero de mis impuestos.

 

Luisito Luisito, has bloqueado al republicano equivocado. Has de saber que ya sea en este blog, o en otros, si consigues que me lo cierren, voy a seguir desenmascarando a los bribones como tú, que pretenden hacernos comulgar con ruedas de molino. Muy a tu pesar, más pronto que tarde, España dejara de ser una monarquía para ser una república y tu perderás tu lucrativa fuente de ingresos. Tal vez esto te venga hasta bien. Por último, sólo decirte que ya sea como Ramón Méndez o como Perico el de los Palotes, seguiré comentando en Republica Española, no por molestar, si no por que tengo todo el derecho del mundo de seguir haciéndolo. 

 

Firmado:

Ramón Méndez Alonso, un español republicano que a diario se levanta a las 6,30 para ir a trabajar.